En el verano de 2012, los responsables del huerto comunitario West Washington Park de DUG asistieron a la conferencia anual de la Asociación Americana de Jardinería Comunitaria. Allí conocimos a muchos horticultores que hacían algo en lo que sinceramente no habíamos pensado antes: donar sus productos a bancos de alimentos y trabajar para erradicar el hambre en sus comunidades.
Cuando regresamos, investigamos las estadísticas del hambre en Denver, que eran desgarradoras. Nos quedó muy claro que teníamos un imperativo moral evidente de hacer algo para ayudar. Nuestro huerto está situado en terrenos públicos, por lo que todos sentimos que debíamos hacer algo para ayudar a los ciudadanos, especialmente a nuestros vecinos menos afortunados, incluidos los niños.
Aunque el huerto iba bien, sabíamos que podía ser más productivo. Fue una gran oportunidad para convencer a nuestros jardineros de que prestaran un poco más de atención a la salud y la productividad de sus parcelas, de modo que tuviéramos más que suficientes productos frescos para donar sin reducir lo que utilizaríamos para alimentar a nuestras propias familias. Pedimos a todos que “cultivaran una fila” o más para ayudar a alimentar a nuestra comunidad.
Buscamos diferentes organizaciones a las que donar y finalmente nos decidimos por DenUM (antes conocida como Denver Urban Ministries). Dos de nuestros jardineros trabajaban con la Administración de Veteranos y conocían el buen trabajo que hacían con los veteranos, así como con otras personas necesitadas. Muchas despensas reciben donaciones de alimentos envasados, pero les resulta más difícil conseguir donaciones de verduras frescas, que, como sabemos, son mucho más sanas.
La primera temporada que empezamos a donar, el 85% de los hortelanos participaron y donaron casi 3.000 libras de hortalizas. En los últimos cuatro años, hemos donado unos 5.000 kilos de productos a las personas que más los necesitan. Este año hemos cosechado más de 1.500 kilos de alimentos.
Después de nuestro primer año, una de nuestras jardineras, Mira, nos envió un correo electrónico para contarnos que había ido a visitar DenUm para ver cómo se utilizaba su donación. Cuando volvió, dijo: “La comida de mi huerto ahora sabe mejor, conociendo a la gente que se beneficia de ella”. Gracias a nuestro programa de donaciones, nuestra comida sabe mejor y estamos orgullosos de compartirla con nuestros vecinos.
Fotógrafa: Monique Roques
