La mayoría de los árboles frutales están domesticados, lo que implica que han sido cultivados para crecer con mayor vigor y producir frutos más grandes que sus contrapartidas silvestres. Esto significa que es importante podarlos regularmente para mantener su salud y productividad óptimas.
Los principales objetivos de podar los árboles frutales son:
- Abrir la copa para permitir el flujo de aire entre las ramas para la polinización y la reducción de enfermedades
- Dirigir la energía hacia las ramas para que sigan una dirección ideal, evitando que estén demasiado bajas o altas, se curven o se crucen con otras ramas
- Gestionar la forma y tamaño de un árbol, especialmente en relación con el entorno circundante (vallas, aceras, edificios, otros árboles)
- Dar forma al árbol para que sea robusto y resistente a cargas de nieve, frutos y viento.
- Eliminar el tejido muerto o enfermo
- Aumentar la producción de frutas ampliando la superficie del árbol expuesta a la luz (una copa más abierta generará flores en toda la planta en vez de solo en los bordes exteriores)
El mejor momento para podar cada año es a finales del invierno o principios de la primavera cuando los árboles están en reposo (generalmente antes de finales de marzo). También se pueden podar después de que hayan entrado completamente en estado de letargo durante el otoño. Sin embargo, por lo general, tardan hasta finales de noviembre en perder todas sus hojas, por lo que podar en diciembre suele resultar menos conveniente en términos climáticos que hacerlo a finales de febrero o marzo.
Orientaciones generales
La poda es un arte y una ciencia que requiere varias temporadas para desarrollar comodidad y confianza. Los siguientes son algunos consejos generales para orientarle durante esta práctica:
- Comience por retirar toda la madera muerta o enferma. Si no está seguro/a de si una rama está muerta, dóblela hacia adelante y hacia atrás un poco para ver si se rompe. Si aún tiene dudas, raspe un poco de la corteza con una cuchilla o una uña: el cambium verde indica que aún está vivo.
- Existen dos tipos de cortes: de limpieza y de adelgazamiento. Un corte de limpieza elimina parte de una rama, y un corte de adelgazamiento elimina toda una rama. Cada corte de limpieza hace que el árbol sea más corpulento, fornido y frondoso, mientras que cada corte de adelgazamiento lo torna más alto y más abierto. La tarea es equilibrar ambos tipos de cortes.
- Elimine ramas que sean paralelas, se crucen, o parezcan que van a entrar en conflicto o rozarse unas con otras (¡recuerde que las ramas se doblan con el peso de la fruta!)
- No retire más de 1/4 a 1/3 de la biomasa sobre el suelo de un árbol en una sola temporada. Siempre puede retirar más el próximo año. Al mismo tiempo, no tenga miedo de realizar recortes significativos. Los árboles frutales responderán bien a la poda intensa y el mayor error que cometen los podadores novatos es no podar lo suficiente.
- Realice sus cortes de limpieza en un ángulo de aproximadamente 45 grados y los de adelgazamiento de forma que no dejen ninguna rama gruesa sobresaliendo unos cuantos centímetros.
¿Qué hacer con los recortes?
Dependiendo del tamaño y la cantidad de sus árboles, es posible que tenga que lidiar con una gran cantidad de ramas podadas. Algunas ideas incluyen: cortarlos en trozos pequeños para usarlos como mantillo debajo del árbol, atarlos con cordel para crear bordes o cercas, dárselos a animales como cabras para que los coman, o emplearlos en proyectos artísticos como cestería o tintes. También es posible compostar los recortes en los contenedores de compostaje de la ciudad. Nunca deje madera enferma en el lugar, ya que podría propagar la infección a otros árboles vulnerables.
Higiene y mantenimiento de herramientas
La poda es como una cirugía y es mejor hacerla en las mismas condiciones: con herramientas afiladas y esterilizadas mientras el paciente está dormido. Debe afilar sus tijeras de podar cada temporada y, al podar, utilizar alcohol para frotar y desinfectar sus herramientas entre cada árbol. Esto es especialmente importante al desplazarse entre dos árboles de la misma especie, como por ejemplo, de duraznero a duraznero, ya que pueden transmitir enfermedades contagiosas.
Poda para eliminar el fuego bacteriano o enfermedades
Una excepción notable a la regla de la poda en reposo es remover enfermedades, especialmente el fuego bacteriano. Las manzanas, peras y algunas ciruelas son vulnerables al fuego bacteriano, una infección que puede resultar letal para los árboles jóvenes. Algunas variedades son resistentes a enfermedades, pero ninguna es completamente inmune.
Si advierte fuego bacteriano en sus árboles en junio o julio, la mejor práctica es emplear herramientas desinfectadas para recortar el tejido afectado aproximadamente 12 pulgadas por debajo del punto más bajo de infección visible. Eso no siempre es posible dada la estructura de ramificación, pero evite cortar justo en el punto de infección. ¡Si existen múltiples sitios de infección en un árbol, desinfecta entre cada corte!