Mucho/as jardinero/as se han encontrado con ratas y lo/as jardinero/as urbanos suelen enfrentar este problema varias veces. La rata noruega (comúnmente conocida como rata marrón o de alcantarilla) prospera en ambientes humanos. Los jardines, especialmente en las ciudades, proporcionan un hábitat ideal para estos roedores, ya que ofrecen abundante alimento, agua y refugio.
Por qué las ratas se sienten atraídas por los jardines
Las ratas excavan en la tierra para crear nidos, siendo la tierra del jardín particularmente atractiva debido a su fertilidad y frescura. Las madrigueras pueden tener entre uno y seis pies de profundidad, generalmente con una entrada, una salida y, a veces, un orificio de escape. Cada madriguera puede albergar hasta ocho ratas y, al contar los agujeros de las madrigueras, los jardineros pueden estimar la población de su jardín.
Sin embargo, no es necesario recurrir a pesticidas tóxicos para controlar las ratas. El control eficaz comienza con la prevención y la comprensión de lo que las ratas necesitan para sobrevivir.
Elimina lo que atrae a las ratas
Las ratas necesitan entre una y dos onzas de comida y acceso diario al agua. Comen prácticamente cualquier cosa, pero como la mayoría de los mamíferos, necesitan proteínas, grasas y carbohidratos, especialmente para reproducirse.
- Compostaje: Si bien los restos de frutas y verduras no son suficientes para sustentar una colonia de ratas, las pilas de compostaje que contienen restos de comida, carnes, cereales, aceites o grasas se vuelven muy atractivas. Restos de comida como estos nunca deben agregarse a la pila de compostaje de un jardín comunitario. El calor generado por el material orgánico en descomposición también puede proporcionar calor, lo que hace que las pilas de abono sean aún más atractivas durante los meses más fríos. El compost debe gestionarse estrictamente, lo que incluye girarlo periódicamente y cubrirlo o almacenarlo en contenedores resistentes de plástico o metal con tapas seguras.
- Basura: Las bolsas de basura dejadas cerca de los jardines ofrecen un suministro continuo de alimento a las ratas. La basura debe almacenarse en contenedores duraderos con tapas herméticas para evitar el acceso. Lo/as jardinero/as deben asegurarse de limpiar cualquier desperdicio de comida después de las comidas o picnics en el jardín. Los contenedores de basura comerciales grandes, a menudo ubicados cerca de jardines comunitarios, probablemente tengan orificios de drenaje ubicados típicamente en la parte trasera. Estos agujeros descubiertos ofrecen un punto de entrada fácil para las ratas, permitiéndoles acceder a un suministro continuo de alimentos. Si tiene un contenedor de basura cerca, considere usar un tapón de drenaje o una malla de acero para cubrir los agujeros, o solicite un contenedor nuevo. En el clima seco de Colorado, la necesidad de drenaje es mínima, por lo que cubrir estos agujeros no afectará la gestión del agua, pero reducirá significativamente las infestaciones de ratas.
- Alimentos y desechos para mascotas: La comida que se deja fuera para animales como palomas, gatos, perros, gallinas o conejos puede atraer ratas sin darse cuenta. Incluso los desechos animales, como las heces de los perros, proporcionan alimento. Alimentar a gatos salvajes para controlar a las ratas a menudo no es eficaz, ya que las ratas se reproducen rápidamente. Si bien un gato puede ocasionalmente atrapar una rata, las ratas hembras pueden reproducirse varias veces al año y tener hasta 12 crías por camada. Por lo tanto, es mejor evitar alimentar a animales al aire libre donde las ratas son un problema.
Reducir las oportunidades de refugio
Las ratas buscan áreas donde se sientan a salvo de los depredadores. La vegetación densa, las malezas altas y el desorden como pilas de madera o piedras les proporcionan un refugio ideal. A menudo utilizan arbustos, hiedra y vegetación a nivel del suelo como cobertura, y prefieren viajar en línea recta, como paredes o vallas, utilizando sus bigotes para orientarse.
Para disuadir a las ratas de establecer su residencia:
- Recorte la vegetación al menos a 18 pulgadas de distancia de los edificios.
- Retire la hiedra y las enredaderas de los costados de edificios y árboles.
- Evite que las ramas de los árboles toquen los edificios, ya que las ratas pueden usarlas como puentes.
Eliminar el desorden y asegurarse de que el jardín esté limpio y expuesto hará que a las ratas les resulte más difícil encontrar caminos o escondites seguros, y es posible que se trasladen a zonas más protegidas.
Interrumpir los caminos de las ratas
Las ratas dejan marcas de grasa a lo largo de las paredes, que contienen feromonas que se utilizan para comunicarse con otras ratas. Lavar estas marcas con vinagre o jabón biodegradable puede ayudar a alterar sus rutas establecidas. Además, se puede instalar tela metálica (malla de media pulgada) a lo largo de la base de las paredes y cercas, enterrada entre 8 y 12 pulgadas bajo tierra, para impedir la excavación. Aunque las ratas pueden cavar más profundamente, muchas se sentirán desanimadas por el esfuerzo.
Un plan simple para la reducción de ratas
A continuación se detallan algunos pasos que puede seguir para mantener a las ratas fuera de su jardín:
- Mueva el compostaje a recipientes resistentes a los roedores con tapas herméticas.
- Guarde las semillas y la comida para mascotas en recipientes seguros a prueba de roedores.
- Retire las frutas o nueces caídas con regularidad.
- Limpie diariamente las heces de animales y los desechos de alimentos.
- Eliminar el agua estancada y mejorar el drenaje para evitar que el agua se estanque.
- Retire el desorden de cobertizos, garajes o espacios al aire libre.
- Corte el pasto alto, las malezas y recorte las plantas cerca de edificios y paredes.
Monitorear y controlar la actividad de las ratas
El comienzo de la primavera, antes de plantar, es el mejor momento para inspeccionar su jardín en busca de signos de actividad de ratas. Busque madrigueras, excrementos, marcas de roce, plantas roídas y caminos desgastados, que indican una infestación. Revise el perímetro del jardín varias veces a la semana para estar al tanto de la nueva actividad de las ratas. Lo/as jardinero/as pueden saber si las ratas han estado en las camas o debajo del cobertizo rellenando los agujeros con papel de periódico y observando si las mueven en unos días.
Si identifica ratas, considere usar primero métodos de control no letales antes de agregar trampas rápidas en cajas protectoras para garantizar que los pájaros, las mascotas y lo/as niño/as no puedan acceder a ellas accidentalmente. Verifique y reinicie las trampas diariamente.
Métodos de control no letales
Para lo/as jardinero/as que prefieren métodos no letales, existen varias opciones efectivas:
- Trampas vivas: Las trampas vivas son una opción humana para atrapar ratas. Estas trampas, cebadas con alimentos como mantequilla de maní o frutas, le permiten capturar y reubicar a los roedores lejos del jardín. Sin embargo, asegúrese de liberarlas lejos de su casa o jardín comunitario, ya que las ratas pueden encontrar el camino de regreso si las sueltan demasiado cerca.
- Elementos disuasorios naturales: Se sabe que ciertos olores repelen a las ratas. Puede plantar hierbas de olor fuerte como menta, lavanda o ajo alrededor del perímetro de su jardín para que actúen como elemento disuasivo. A las ratas no les gustan estos olores y esto puede ayudar a evitar que aniden en el área. Si hay un lugar en particular que intentas excluir, los trapos empapados en amoníaco funcionan bien para hacer que las ratas se muevan debajo de los cobertizos.
- Aceite de abeto balsámico en un material como el aserrín repele a las ratas. Si anidan debajo de un cobertizo de jardín, coloque algunos debajo. Espere aproximadamente una semana y luego selle todo acceso al espacio debajo del cobertizo. El repelente también se puede colocar alrededor de las parcelas del jardín y reemplazarlo cada 30 a 90 días.
Evite el uso de polvo venenoso en las madrigueras, ya que es ilegal en los jardines y puede ser peligroso para otros animales y niños. De manera similar, tenga cuidado con los dispositivos sónicos que afirman repeler a las ratas; no existe evidencia científica que respalde su efectividad.