Conoce a Corine, que ha cultivado un jardín con DUG desde que era bebé.
¡Hola a todos! Me llamo Corine Roberts-Niemann.
Nací y crecí en Denver y actualmente trabajo para el Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de Denver, donde me dedico a proteger y mejorar los arroyos, ríos y lagos de la ciudad. Me apasiona estudiar y trabajar para proteger nuestro medio ambiente y mejorar la accesibilidad para quienes no tuvieron el privilegio de tener fácil acceso a la naturaleza. Esta pasión surgió en gran parte de mi experiencia con los Denver Urban Gardens (DUG).
Soy literalmente un bebé DUG.
Mi madre, Marty Roberts, fue una de las fundadoras de DUG y, junto con muchos otros vecinos, construyó el Jardín Comunitario de Pecos con sus propias manos. Mi madre cuenta historias de cómo me ataba a su espalda en un portabebés y trabajaba junto a lo/as demás jardinero/as para limpiar el terreno original del jardín. Crecí desenterrando lombrices y comiendo tomates directamente de la rama.
A medida que fui creciendo, asumí la responsabilidad de remover la tierra de nuestra parcela cada primavera y pasar los fines de semana desherbando y regando. Lo que antes consideraba una tarea, ahora lo reconozco como un privilegio. Poder cultivar alimentos frescos y tener un santuario verde a un paso del centro de Denver me cambió la vida.
Crecer en un jardín comunitario me ha permitido forjar muchas amistades para toda la vida. Los mismos niños con los que crecí cazando insectos ahora tienen sus propios hijos y, a través de los alimentos que cultivan, transmiten sus tradiciones culturales. Ser parte de mi jardín comunitario y, a su vez, de DUG, me ha dado la oportunidad de experimentar las tradiciones culturales de las diversas personas que han participado en Pecos Jardín Comunitario a lo largo de todos estos años. Algunos de mis recuerdos más preciados del jardín son de nuestras fiestas de la cosecha de otoño. A medida que el maíz madura en el tallo, nos reunimos para compartir platos elaborados con los diversos productos que cultivamos en nuestras parcelas. Es a través de la comida y las historias que se construyó nuestra comunidad.
Ahora, como adulto, continúo con la antorcha del Jardín Comunitario de Pecos como líder del jardín y me esfuerzo por llenar los grandes zapatos de aquellos que vinieron antes que yo y honrar el legado sobre el que se construyó DUG.
