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El poder del compostaje

Por Judy Elliott, Coordinadora de Educación y Capacitación de la Comunidad

Durante más de 15 años, Denver Urban Gardens se ha asociado con Denver Recycles para ofrecer el programa de formación y divulgación Master Composter. Este programa anual de formación de formadores ofrece más de 40 horas de formación en biología y microbiología del compostaje, vermicompostaje con lombrices rojas, comprensión de la gestión integrada de residuos sólidos y, sobre todo, la oportunidad de educar directamente a la gente sobre el mágico entorno de la pila de compostaje.

El curso, que acepta 30 voluntarios cada año, hace gran hincapié en desmitificar la ciencia que hay detrás del proceso y en implicar a los participantes en la creación de la enmienda más saludable para el suelo, el compost. Nuestros voluntarios utilizan materiales disponibles según la estación, como: paja (tallos sin descomponer de las plantas de césped en primavera), restos de poda de jardinería, el contenido innombrable de los cubos de productos del frigorífico, los calabacines de medio metro de largo que ni siquiera sirven para hacer pan de calabacín, y aprenden a crear material que huele como el ambiente suave y húmedo de una selva tropical.

Reducimos de forma creativa nuestra huella de carbono manteniendo esas bolsas de hojas fuera del vertedero y las utilizamos como parte del componente estructural de las pilas de compost. Los maestros composteros crean fuertes vínculos con sus animales, los cepillan con cuidado, recogen el pelaje, sabiendo que se saborea como ingrediente rico en nitrógeno de la pila. Saborean su actitud respetuosa con el medio ambiente de eliminar pesticidas y fertilizantes químicos, sabiendo que el compost estimula el crecimiento de microorganismos beneficiosos del suelo, abre canales de aire para un enraizamiento más profundo y es una fuente de nutrientes mayores y menores para las plantas. Aprenden a apreciar la recepción de sus facturas de agua, conscientes de que los suelos enriquecidos con compost pueden reducir su consumo de agua en un 20%.

Nuestros voluntarios, aunque deben “devolver” 40 horas enseñando a hacer compost, a menudo permanecen con DUG durante largos periodos de tiempo. Están activos todo el año, como voluntarios en los actos del Día de la Tierra, en nuestros numerosos huertos comunitarios, en seis mercados de agricultores, en ferias callejeras, con otros programas de agricultura urbana en Harvest Mountain Farm y en el Parque de la Sostenibilidad. Se acercan al público desde mayo hasta mediados de octubre, enseñan en nuestro centro de compostaje de Gove y se convierten en nuestros embajadores para modelar prácticas de jardinería sostenibles. Reclaman su “niño interior” trabajando con niños de primaria, enseñándoles las maravillas de los gusanos, utilizando hojas otoñales y tiras de periódico arrancadas, haciendo “sándwiches de gusanos” con los jóvenes, introduciéndoles en los procesos básicos que enseñan a vivir con ligereza en la tierra y a devolver más de lo que se recibe.

Sobre todo, los maestros compostadores voluntarios desarrollan una sólida red de amigos, reforzada por los potlucks mensuales, unidos por el deseo de plantar nuevas semillas de respeto medioambiental.

El compostaje es realmente más que una receta. Es la base misma de la jardinería ecológica, que requiere actitudes enriquecedoras y no prejuiciosas y la capacidad de pensar con originalidad. DUG busca a 30 personas excepcionales para que nos acompañen en este viaje en 2013. A finales de la tercera semana de octubre publicaremos en nuestro sitio web un calendario actualizado de los programas. Si, después de ver esta información, se siente inspirado para programar una entrevista para el programa, póngase en contacto con Judy Elliott, Coordinadora de Educación y Capacitación de la Comunidad y formadora principal del programa en: judy@dug.org, 303.292.9900. Enseguida se pondrá en contacto (cuando termine de remover la pila de compost).