¡Hola! Me llamo Jen McCullough y soy directora de la Academia Morgridge de National Jewish Health, una escuela para niños con enfermedades crónicas. Empezamos a trabajar con Denver Urban Gardens a principios de 2015, cuando nos ayudaron a diseñar nuestro huerto escolar. Nos proporcionaron el diseño del jardín y nos ayudaron a construir tres bancales elevados el primer año. Cultivamos lechugas en abundancia, suficientes para alimentar a nuestros alumnos, enviarlas a sus familias e incluso donarlas a una organización de lucha contra el hambre.
Pensábamos que tardaríamos años en construir todo nuestro jardín. Pero en 2016, DUG trabajó para ayudarnos a conseguir una subvención para construirlo todo. Trabajamos con la comunidad escolar y hospitalaria para triplicar el tamaño del jardín. Ese verano pudimos trabajar con los estudiantes para cultivar mucho más que lechugas. Nuestro huerto incluía tomates, pimientos, col rizada, pepinos, calabacines, hierbas aromáticas, calabazas e incluso algunos melones. DUG también nos ayudó a plantar plantas perennes, parras de uva y arbustos de frambuesas que hacen que el jardín sea a la vez funcional y hermoso.
Nuestros alumnos se han beneficiado enormemente de la educación científica y nutricional que nuestro huerto ha hecho posible. El 85% de nuestros alumnos están en el umbral de la pobreza o por debajo de él. Muchos de nuestros alumnos viven en desiertos alimentarios o zonas donde es difícil conseguir alimentos frescos. Como parte de nuestro modelo de aprendizaje basado en problemas en Morgridge, nuestros alumnos de sexto y séptimo curso trabajaron junto a sus profesores y los empleados y voluntarios de DUG para planificar el segundo año de nuestro huerto escolar, cultivar y cosechar los alimentos y encontrar la forma de distribuirlos en la escuela y la comunidad para mitigar el efecto de los desiertos alimentarios. A lo largo de este proceso desarrollaron competencias en matemáticas, lectoescritura, ciencias y estudios sociales. En un solo proyecto, investigaron y trabajaron en colaboración, y redactaron ensayos y discursos. Fue inspirador ver a nuestros estudiantes, que a menudo tienen dificultades debido a sus enfermedades, tan comprometidos y resolviendo problemas gracias a nuestra asociación con DUG.
No podríamos haber logrado nada de esto sin las manos, las mentes y los recursos añadidos de DUG. Gracias. ¡#WeDigDUG!
