Por Shannon Spurlock, Coordinadora de Iniciativas Comunitarias
En el barrio Hampden South de Denver se encuentra la Escuela Primaria Samuels, un centro que educa a los niños de hoy para el mundo de mañana y capacita a los alumnos para el aprendizaje permanente. Este año, en asociación con Denver Urban Gardens, Samuels incorporó un huerto comunitario en la escuela para complementar esta misión y proporcionar un puente más fuerte entre el vecindario y la escuela.
En mayo, tras meses de planificación, padres, alumnos, profesores y vecinos se reunieron en la escuela primaria Samuels para celebrar su primera jornada de trabajo comunitario, un esfuerzo colectivo para construir juntos su huerto comunitario de cuarenta parcelas. Ese día trascendental, el grupo rompió el suelo e inició el proceso de construcción de senderos y enmienda de la tierra con compost. Su objetivo era completar las cinco primeras camas comunitarias; superaron su objetivo y completaron nueve. La dedicación de un grupo diverso de miembros de la comunidad y de la escuela, incluidos los estudiantes, lo hizo posible. Logros como éste vinieron a definir su primera temporada de construcción y crecimiento en común.
Casi seis meses después, cuando el huerto comunitario de la escuela primaria Samuels está terminando su primera temporada de cultivo, la escuela y la comunidad circundante pueden reflexionar sobre lo que el huerto comunitario aporta a su comunidad. Uno de los padres, Pallas Quist, señala,
Tl jardín (incluso en su etapa de bebé) ha aportado belleza a un espacio antes desolado con sus colores vibrantes, sus acogedores girasoles, el verdor, el agua, la vida e incluso la actividad del jardinero ocasional trabajando en un exuberante huerto. Esa belleza afecta a los ojos de todos los miembros del personal y del alumnado del Samuels que pasan por allí cada día. Me impresionó personalmente la creatividad desplegada en cada parcela, y me complace formar parte de un grupo especial de jardineros que son personas increíbles.
Los comentarios de otros jardineros expresan sentimientos similares de orgullo por formar parte de algo que contribuye tan directa y positivamente a la vida de la escuela y del vecindario circundante. Jeff Harper, uno de los padres de Samuels, recuerda los progresos realizados: “Pensar que hace un año nuestro jardín no era más que un adefesio y un herbazal. Ver el progreso que nosotros, como escuela y como comunidad, hemos sido capaces de lograr en tan poco tiempo es nada menos que asombroso. Ver cómo la comunidad, la escuela y las empresas locales se implican en el proyecto me ha aportado una enorme sensación de logro y alegría.”
Las asociaciones, el trabajo en equipo y un huerto inclusivo, que refleje la comunidad en la que se encuentra, son las señas de identidad de un huerto comunitario próspero. El huerto comunitario de la escuela primaria Samuels ejemplifica estos valores y cualidades. Como informa alegremente Quist, “tenemos una lista creciente de personas que se han apuntado para cultivar un huerto con nosotros la próxima primavera”.
Enhorabuena a Samuels por su increíble primera temporada cultivando juntos la comunidad y los alimentos. El sentido de comunidad que fomenta cada jardinero -ya sea padre, profesor, alumno o vecino- sigue contribuyendo a una comunidad más arraigada. En asociación, esperamos con impaciencia 2013 y lo que nos deparará la temporada de cultivo.
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