Por Heather DeLong, Coordinadora de Programas y Divulgación de la Granja Comunitaria DeLaney de DUG
Hace casi siete años llegué a Denver Urban Gardens como directora de la granja comunitaria DeLaney, después de haber vivido y trabajado en Mauritania (África Occidental) durante tres años y medio como agente de extensión agroforestal del Cuerpo de Paz de Estados Unidos. Como responsable de la granja DUG, recuerdo la emoción de tener la oportunidad de gestionar una granja CSA (Agricultura Apoyada por la Comunidad), además de dirigir programas comunitarios para comunidades desfavorecidas. Programas como
WIC en DeLaney
(Women Infants Children),
Acciones de socios comunitarios
y el Programa Agrícola para Refugiados Bantúes Somalíes (2006-2009) me han permitido profundizar mi compromiso con la labor de acceso a alimentos sanos y seguridad alimentaria para personas de todos los niveles socioeconómicos.
DUG ha sido fundamental para apoyar mis ideas y esfuerzos por continuar la labor de reforzar la seguridad alimentaria local, reconociendo al mismo tiempo la importancia de los sistemas alimentarios regionales y mundiales. Utilizando el trabajo líder de la industria, que DUG ha fomentado y me ha permitido ampliar, creo que existe la responsabilidad social de que este conocimiento se comparta libremente dentro de la comunidad global. Esto, a su vez, me llevó a investigar organizaciones como
CNFA
(antes conocida como Citizens Network for Foreign Affairs) para seguir difundiendo conocimientos a escala mundial. La misión de la CNFA es estimular el crecimiento económico y mejorar los medios de subsistencia rurales en el mundo en desarrollo potenciando el sector privado.
En agosto de este año se presentó la oportunidad de trabajar con la CNFA como especialista en gestión de cooperativas en su programa FTF en Mozambique, África meridional.
De agricultor a agricultor
(FTF) en Mozambique, en el sur de África. Con la flexibilidad y el apoyo que DUG me proporcionó, pude fomentar los valores organizativos de DUG, así como los míos propios, con los del programa FTF en lugar del período más ajetreado de la temporada agrícola de DeLaney.
La CNFA se basa en el principio de que capacitar económicamente a las personas les da las herramientas y la confianza que necesitan para cambiar sus vidas. Para lograrlo, la CNFA emplea un enfoque orientado al mercado que se centra en reforzar las cadenas de valor para que los agricultores y otras empresas agrícolas puedan acceder a mercados de alto valor y competir en ellos, obtener más beneficios y reinvertir en sus negocios.
El FTF está financiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) como parte del programa estadounidense de ayuda exterior. Estos fondos proceden del programa Alimentos para la Paz, autorizado por la Ley Agrícola estadounidense. El programa se basa en la experiencia de voluntarios de explotaciones agrícolas, universidades, cooperativas y empresas agrícolas privadas de Estados Unidos para proporcionar asistencia técnica a corto plazo. Esta labor cuenta con el apoyo a largo plazo de personal de la CNFA altamente informado y cualificado en los países en los que trabaja.
Durante mi estancia en la provincia mozambiqueña de Sofala, en colaboración con la Asociación de Agricultores de la pequeña comunidad de Nhabirira, trabajé con treinta y tres agricultores (veintidós hombres y once mujeres). Este grupo de agricultores está compuesto por personas amables, humildes y acogedoras, que han comunicado que no sólo quieren mejorar sus vidas individuales, sino también mejorar sus comunidades. Para hacer realidad estos objetivos, en 2006 se concretó la teoría de la agricultura organizada mediante la formación de una asociación formal de agricultores. Rosita Farnela, miembro de esta asociación desde hace 50 años, lo resumió bien con la siguiente afirmación:
La razón de ser de la asociación es unirse y trabajar juntos. Estoy contento de que ahora podamos trabajar, somos propietarios de campos y tenemos parcelas individuales, pero la razón principal es unirnos… las cosas han cambiado desde que nos unimos a la Asociación. Ahora puedo pagar las tasas escolares de mis nietos y las del hospital.
Así lo corrobora la CNFA:
Las asociaciones de agricultores, en todo el mundo, tienen el potencial de beneficiar enormemente a sus miembros. Por desgracia, con el tiempo pueden estancarse o verse afectadas por la mala gestión, la pérdida de interés o el desvío de la misión. Afortunadamente, la recién organizada Associação Nhabirira de Gorongosa está bien organizada y es optimista y enérgica. Sus miembros han visto beneficios reales desde su fundación en 2006 y el consejo de administración reconoce que este es el momento ideal para mejorar las mejores prácticas de sus asociaciones y aprender más sobre el crecimiento cooperativo sostenible y saludable.
Para seguir profundizando en el éxito de los agricultores hasta la fecha, pasé la primera semana facilitando conversaciones guiadas para ampliar mis conocimientos sobre los agricultores y sus prácticas agrícolas. Con estos conocimientos pude empezar a formular e instanciar futuros flujos de trabajo. Se trataron temas como los cultivos, la calidad del suelo, la gestión de plagas y enfermedades, el acceso y la disponibilidad de agua, la economía, las limitaciones del mercado y la adquisición y el mantenimiento de equipos. Aunque existen retos únicos, hay una clara oportunidad en el intercambio de ideas. Las ideas pueden interpretarse para ajustarse a las necesidades de una comunidad única, y luego integrarse en la cultura y la comunidad, trabajando hacia un éxito singular.
La semana siguiente se centró en ofrecer presentaciones interactivas sobre los siguientes temas de Desarrollo Cooperativo y Comunitario: Evaluación de la Comunidad y la Asociación, Priorización de Problemas, Soluciones por Prioridades, Valores Cooperativos/Características Comunes/Principios, y Pasos para el Desarrollo de la Cooperativa.
Los agricultores acogieron con satisfacción la conversación y participaron en ella, comunicando que su ejecución única de las ideas de desarrollo cooperativo podría favorecer su éxito. Estaban entusiasmados con la idea de poner en práctica muchas ideas de gestión en su Asociación y en la comunidad en general, donde la comunidad se da cuenta de qué modelos e ideas funcionan realmente mejor para ellos.
La CNFA ha demostrado ser una organización de categoría mundial que sigue siendo un programa impulsado por la demanda, en el que los agricultores solicitan voluntarios que se centren en el desarrollo de capacidades, para mejorar los conocimientos, con el fin de alcanzar sus propios objetivos. Integrar mi enfoque con los de DUG y CNFA resultó ser una combinación ideal para el programa. Debido al éxito del programa, existe la posibilidad de seguir trabajando con la Asociación de Agricultores de Nhabirira. Ha sido un honor participar en este programa y un privilegio impulsar el trabajo en el que más creo.
Granja comunitaria DeLaney
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