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Preparar el suelo del jardín para la siembra es un paso fundamental en el cultivo de plantas prósperas, especialmente en nuestro clima de Colorado. Ante los desafíos del suelo arcilloso pesado y las intensas condiciones climáticas, promover la atención adecuada del suelo es el primer paso para cultivar un jardín exitoso.

Por qué debería enmendar orgánicamente la tierra de su jardín

  • Fertilidad del suelo mejorada: Las enmiendas orgánicas como el compostaje, sargazo, harina de pescado y los cultivos de cobertura enriquecen el suelo con nutrientes esenciales, fomentando un entorno rico en nutrientes que favorece el crecimiento robusto de las plantas. Estas enmiendas fomentan la red alimentaria microbiana del suelo, promoviendo una forma de liberación lenta de nutrientes principales y secundarios durante toda la temporada, en vez de un rápido estallido de crecimiento.
  • Estructura del suelo mejorada: La materia orgánica ayuda a mejorar la estructura del suelo, potenciando su capacidad de retener humedad, promoviendo la aireación y evitando la compactación. Una estructura de suelo saludable permite que las raíces de las plantas penetren profundamente, accediendo a nutrientes vitales y agua.
  • Impacto ambiental minimizado: A diferencia de los fertilizantes sintéticos y los pesticidas químicos, las enmiendas orgánicas del suelo provienen de fuentes naturales y presentan un riesgo ambiental mínimo. Al reducir la necesidad de insumos químicos, la jardinería orgánica promueve la biodiversidad y protege la calidad del agua.
  • Sostenibilidad a largo plazo: La preparación orgánica del suelo construye la salud del suelo con el tiempo, creando un ecosistema resistente, que puede resistir factores de estrés ambiental como por ejemplo sequía, plagas y enfermedades. El suelo saludable actúa como un amortiguador natural, protegiendo a las plantas de las fluctuaciones en el clima y el tiempo.

Cómo preparar de manera orgánica el suelo para la siembra de primavera:

  • Evalúe su suelo: Antes de comenzar a plantar, tómese un tiempo para evaluar la condición del suelo. Revise la compactación, los problemas de drenaje y la textura general del mismo. El suelo de Denver a menudo es pesado y arcilloso, por lo que es esencial abordar estos problemas antes de plantar. Si está preocupado(a) por una posible contaminación por contaminantes del aire o del suelo, considere tomar una muestra de suelo para analizarla profesionalmente
  • Afloje el suelo compactado: Si el suelo está compactado, es esencial aflojarlo antes de sembrar. Utilice un rastrillo de jardín o un arado mecánico para deshacer la compactación del suelo a 2 a 3” de profundidad, ello permitirá que las raíces penetren con mayor facilidad y que el agua drene adecuadamente. Evite el exceso de labranza, ya que esto puede perturbar la estructura del suelo y dañar los organismos beneficiosos del suelo.
  • Verifique el nivel de humedad: Como primer paso, utilice una pala de mano para cavar una pequeña cantidad de tierra de 4 a 6 pulgadas de profundidad (extraiga aproximadamente un puñado) y forme bola, de un tamaño aproximado a una pelota de tenis. Mientras está de pie, deje caer la bola de tierra al suelo. Si se deshace, la tierra está lista para ser excavada. Si se mantiene unida en una ‘bola’, la tierra está demasiado húmeda y necesita secarse durante algunos días antes de la labranza de primavera.
  • Incorpore el compostaje: Tenga como objetivo un suelo de aproximadamente 5% de materia orgánica. El compostaje añade materia orgánica, microorganismos beneficiosos y nutrientes esenciales para el suelo, promoviendo un crecimiento saludable de las plantas. Procure incorporar una generosa cantidad de compostaje a base de plantas en sus camas de jardín, mezclándolo minuciosamente en las primeras pulgadas de suelo. Una recomendación general es utilizar de 1 a 2 pulgadas de compostaje durante el primer año y luego aproximadamente una pulgada todos los años. Debe enterrar el compostaje en las 2 a 3 pulgadas superiores de tierra al preparar sus camas para la siembra de primavera. No lo deje encima como un mantillo.
  • Considere camas elevadas o contenedores: En áreas con suelo arcilloso pesado o drenaje insuficiente, las camas o contenedores elevados pueden ser una solución efectiva. Las camas elevadas brindan un mejor control sobre la composición del suelo, el drenaje y la temperatura, lo que permite crear condiciones óptimas de crecimiento para las plantas. Llene las camas elevadas o macetas con una mezcla de compostaje, tierra de calidad y otras enmiendas orgánicas para obtener los mejores resultados.
  • Cubra el suelo con mantillo: Aplicar una capa de mantillo al suelo del jardín ayuda a conservar la humedad, eliminar malezas y regular su temperatura. Si está preparando un área para vegetales, utilice materiales orgánicos como mantillo, por ejemplo paja, recortes de césped u hojas trituradas; alternativamente, se pueden utilizar astillas de madera como mantillo para plantas perennes, árboles y arbustos. El mantillo también se descompone con el tiempo, agregando materia orgánica al suelo y mejorando aún más su fertilidad.
  • Asegúrese de tener lugar para pisar: Cuando trabaja en el jardín es esencial crear caminos lo suficientemente anchos para poder caminar y así evitar compactar y perturbar el suelo en crecimiento durante toda la temporada. Esos pasillos deben tener al menos 18” de ancho y pueden ser cubiertos con bolsas de arpillera o paja para prevenir la erosión.