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Mantener un jardín orgánico incluye nutrir el suelo y las plantas con fertilizantes naturales que apoyan al crecimiento saludable sin dañar el medio ambiente.

Eligir el fertilizante correcto, saber quando aplicarlo, y saber que evitar son importantes para un jardín orgánico y próspero. Todos los fertilizantes contienes elementos de nitrógeno (N), utilizado para el crecimiento (tallo y hoja) vegetal, fósforo (P), lo que apoya el desarrollo de raízes, flores, fructificación,potasio (K), lo que apoya la salúd de las plantas en general y la resistencia de enfermedades.

Tipos de Fertilizantes Orgánicos y Enmiendas del Suelo

Compostaje: Compostaje, material organico que ha sido descompuesto biológicamente, mejora la estructura del suelo y la retención de humedad. Compostaje a base de plantas es el mejor acondicionador natural para el suelo. A medida que abre canales de aire en el pesado suelo arcilloso de Colorado, crea las condiciones para un crecimiento óptimo, proporcionando una liberación lenta durante toda la temporada de nutrientes mayores y menores y promoviendo plantas con raíces profundas. Además de alimentar a las plantas, favorece el crecimiento de un sistema diverso e interconectado de microorganismos del suelo que, a su vez, contribuyen al perfil nutricional del suelo. Los beneficios del abono también se pueden ampliar remojando abono parcialmente envejecido en agua para producir un té, que puede utilizarse como “aerosol foliar” sobre las hojas.

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Compost de lombrices (Vermicompostaje): Las lombrices especializadas en compostaje, conocidas como “wigglers rojas”, pueden proporcionar un suministro de humus de lombriz durante todo el año, una rica fuente de todos los nutrientes principales y menores. Las lombrices son fáciles de mantener, pueden vivir en el interior durante el invierno en contenedores más pequeños y aireados, además de permitir que los niños participen en la apreciación de algunos de nuestros amigos descomponedores más valiosos.

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Emulsión de Pescado: La emulsión de pescado, un fertilizante líquido elaborado a partir de subproductos del pescado, tiene un alto contenido de nitrógeno, promueve el crecimiento de las hojas y se utiliza mejor en trasplantes jóvenes, hierbas, verduras de hojas verdes y la familia del brócoli. Limite su uso en vegetales de fruto como calabazas, pimientos, pepinos y tomates, ya que esos vegetales requieren un fertilizante con alto contenido de fósforo.

Harina de algas: Derivada de algas marinas, la harina de algas marinas proporciona minerales esenciales y hormonas de crecimiento. Es un fertilizante de liberación lenta que a menudo se mezcla con emulsión de pescado para proporcionar una fuente de nitrógeno, fósforo y potasio. Las algas marinas, en forma de algas líquidas, se pueden utilizar como aerosol foliar para ayudar a las plantas a recuperarse de condiciones de estrés como granizo o daños por insectos.

Fertilizantes orgánicos equilibrados: Los fertilizantes orgánicos equilibrados, como Dr. Earth, Espoma Garden-Tone y Tomato-Tone, ofrecen nutrientes en formas que no son inmediatamente accesibles para las plantas. Estos nutrientes deben ser convertidos por los microorganismos del suelo en formas disponibles para las plantas, convirtiéndolos en fertilizantes de “liberación lenta”. Esta liberación gradual de nutrientes mejora las propiedades del suelo al agregar materia orgánica. Además, muchas mezclas de fertilizantes orgánicos incluyen bacterias beneficiosas que mejoran la absorción de nutrientes. Para una conversión óptima de nutrientes orgánicos, los suelos deben tener suficiente humedad y temperaturas de 50 grados Fahrenheit o más, que son condiciones ideales para la actividad de los microorganismos.

Cultivos de cobertura y mantillo: Varios cereales, legumbres y pastos pueden proporcionar una rica fuente de nutrientes durante toda la temporada. Por lo general, su crecimiento superior se corta antes de la floración y se puede usar en pilas de compostaje o como mantillo alrededor de las plantas del jardín. Las estructuras de las raíces de estos cultivos crean canales de aire profundos en el suelo, promoviendo la aireación y ofreciendo una fuente de nutrición durante toda la temporada para las plantas y los microorganismos del suelo. Al incorporar cultivos de cobertura y mantillo, los jardineros pueden mejorar la salud del suelo, mejorar la disponibilidad de nutrientes y apoyar la actividad microbiana beneficiosa.

Consejos para una fertilización exitosa

Tiempo: El momento de la fertilización es clave para maximizar la salud de las plantas. Generalmente, los jardines orgánicos se benefician de la fertilización a principios de la primavera, cuando las plantas comienzan a crecer, y nuevamente a mediados del verano para impulsar el crecimiento durante la temporada alta de crecimiento.

Aplicación: Siempre mezcle los productos orgánicos utilizados en la capa superior de tierra y riegue bien el jardín después de aplicar fertilizantes para ayudar a que los nutrientes lleguen a la zona de las raíces. Además, la fertilización excesiva puede provocar escorrentía de nutrientes, lo que daña las vías fluviales locales y puede provocar desequilibrios de nutrientes en el suelo. Siga siempre las tasas de aplicación recomendadas y considere realizar una prueba del suelo para determinar las necesidades específicas de nutrientes.

Orgánico: Evite el uso de fertilizantes sintéticos, ya que pueden dañar la vida del suelo y alterar el ecosistema natural de su jardín.